Las Eras
Planetarias
Antes
de adentrarnos de pleno en el Proyecto Esfinge, es necesario que conozcamos la
teoría que da lugar a que este trabajo tenga sentido. También es importante
decir que no existen fuentes primarias que puedan dar confirmación a lo que
aquí explicaremos, y que cada uno de los textos de estas páginas son producto
de un concienzudo trabajo de investigación fuera-dentro, es decir, nos hemos
documentado con aportaciones e investigaciones realizadas por otras muchas
personas interesadas en este tema, y también hemos realizado una introspección
en los Registros Akáshicos Planetarios, para poder vislumbrar e investigar
sobre ese misterio que guarda la Gran Esfinge y que se habla desde tiempos inmemoriales.
Es
muy importante comprender qué significa astrológicamente la ERA DE ACUARIO, el
proceso rítmico planetario en el que la Conciencia Colectiva ha penetrado desde
que finalizó el Calendario Maya, el 21 de Diciembre de 2012. Es evidente que no
fue el fin del mundo, pero si el fin de algo. Fue la muerte de la Era que
finalizaba, en concreto la de Piscis, esa Era que a nivel experiencial de
Conciencia Colectiva, ha fallecido. Todas las entidades planetarias estamos
afectados por los ritmos planetarios, de tal modo que el nacimiento de una
nueva Era, es un proceso de caos absoluto, pues como sabemos la muerte conlleva
el desorden y la convulsión que conduce a un nuevo orden y restablecimiento.
Cualquier resistencia a este proceso es signo de lucha y contrariedad ante el
flujo vital universal, esto sólo conduce a enfermedad.
De
igual modo que el planeta tierra tiene su año dividido en doce meses y en
cuatro estaciones, lo mismo ocurre en el Año Sideral o Galáctico. Tenemos pues
que existen lo que en astrología se conoce como las cuatro edades:
1ª Edad – EDAD DE ORO
La Primavera
Galáctica, periodo que comprende las Eras de Acuario, Capricornio y
Sagitario. Este periodo se caracteriza por el esplendor, el renacimiento, el
florecimiento de lo nuevo, la unidad, la progresión, la libertad y la
proyección de la conciencia en lo desconocido.
2ª Edad – EDAD DE PLATA
El Verano
Galáctico, periodo que comprende las Eras Escorpio, Libra y Virgo.
Este periodo se caracteriza por la búsqueda en el entorno, por la extroversión
y la introversión, el ocio y la pasividad, en contrariedad con la disciplina y
el dinamismo, es una edad de grandes polaridades.
3ª Edad – EDAD DE COBRE
El Otoño
Galáctico, periodo que comprende las Eras de Leo, Cáncer y Géminis.
Este periodo se caracteriza por el inicio de la separación con el entorno y la
necesidad de regresar al hogar, el egoísmo puede hacer profunda mella en esta
época y volver irascibles a las almas que no saben gestionar su afán de poder.
Un alto grado de inmadurez, unido al yoismo, provocan que el otoño se convierta
en una época de luchas, guerras y batallas inacabables, por la dominación
absurda y la irreflexión.
4ª Edad – EDAD DE HIERRO
El Invierno
Galáctico, periodo que comprende las Eras de Tauro, Aries y Piscis.
Este periodo se caracteriza por la ardua batalla entre lo exterior y lo
interior, desenmascara todo ejemplo de fuerza y de poder, entre el cielo y la
tierra, mientras la opresión y la guerra, cada vez se acentúa con más
intensidad, convirtiéndose los dogmas en una forma de poder sobrenatural,
cuando se refiere a la religión, o bien una forma de poder patriarcal, cuando
se refiere a la dirección de un imperio. Es la peor de las edades galácticas,
donde se pone de manifiesto toda la sombra de la Conciencia Colectiva, con el
objetivo de iniciar la Edad de Oro, regenerados.
Para
tener más claro el proceso de muerte y renacimiento en el que estamos viviendo
actualmente, vamos a descubrir las cualidades del aprendizaje que la Conciencia
Colectiva ha realizado durante la Era Pisciana, ya que comprendiendo esta Era,
comprenderemos también lo que está sucediéndonos a nivel colectivo, en ese
intento de penetrar en la Era que comienza de Acuario.
Era de Piscis
En
el comienzo de esta Era en la que rigen los planetas Júpiter y Neptuno, se tuvo
que liberar una gran energía marciana, procedente de la Era de Aries, que marcó
profundas heridas en la Conciencia Colectiva, de modo que las heridas solamente
podían curarse si se recuperaba la conexión con el espíritu. Ahí apareció el
personaje de Jesucristo y los doce Apóstoles, una herramienta que crea la
propia conciencia, como anclaje en su proceso evolutivo. Pues como Universo
dual, en busca del Equilibrio, siempre disponemos de fórmulas que van a
intentar aportar el centro, cuando las polaridades se manifiestan en sus
extremos. Esta identidad crística, sugirió un modelo y una dirección propia de
la sabia gestión de las energías, que se continuaban proyectando en un camino
que buscaba recuperar el equilibrio y sanar las graves heridas. Debido a que se
estaba cruzando la Edad de Hierro, como hemos visto la más complicada de todas,
Neptuno tuvo que ejercer un gran poder espiritual, e imprimir un sentido de
existencia en las almas que poco a poco, buscaban esa regeneración. Fue
entonces cuando se abrieron las puertas de los templos, para el reencuentro con
el espíritu, de ahí tanto ascetismo y anacoretismo, así como tantísima
religión, cada cual con sus propias leyes y paradigmas, pero en esencia todas
hablando de lo mismo. El poder del planeta Júpiter, fue el que alimentó a esas
almas que no supieron conducir sus energías y se quisieron enarbolar como
maestros, adoctrinando a sus súbditos, manteniendo el imperialismo ariano y el
poder sobre los reinados y la materia, taurinos. El poder jupitariano fue el
exponente de lo que llamamos “patriarcado” pues fue su energía quien proyectó
la necesidad de protección y de poder ante una conciencia, aparentemente
perdida, herida, dolida, dominada por los restos marcianos y los deseos de
posesión y dominación de la Era anterior. Júpiter regente exotérico de Piscis
tuvo un gran protagonismo que conjugado con Neptuno, el regente esotérico de
este mismo signo, fueron los cocreaores de las experiencias evolutivas que
hemos protagonizado durante este sórdido periodo que ya ha llegado a su fin.
Cabe
decir que estos procesos, son exageradamente peores, debido a la inmadurez de
la Conciencia Colectiva, pues está claro que en el Año Galáctico en el que
entramos, esto no va a repetirse, sino todo lo contrario, vamos a poder
disfrutar de ese ejercicio de sanación y bienestar que todos estamos buscando.
De hecho al aguador acuariano nos va a abrir las puertas a la Edad de Oro y
pese a que no va a ser fácil deshacerse de tanto programa dogmático, del
patriarcado y de las heridas residuales, vamos a vivir todos, el esplendor
desarrollado por la Gran Alma Planetaria, a quien conocemos como Logos
Planetario.
Era de Acuario
Estamos
justo en el inicio de este proceso y por lo tanto, la Conciencia Colectiva no
es más que un bebé que balbucea, que precisa de amparo y que se siente frágil
ante la vida que se le presenta. El bebé, en cambio es sabio, más fuerte de lo
que cree y sobre todo, poderoso de espíritu. Su alma ya sabe que abandona el
peor de los periodos del Año Sideral y en el fondo de su corazón presiente que
todo va a ser diferente. Intuye que hasta que no tenga más edad no va a
sentirse liberado de las ataduras del pasado, pues aún muchas fuerzas ejercen
poder sobre su frágil conciencia, pero ahora posee la fuerza y la certeza en el
restablecimiento de su conexión con el origen, con su esencia y con su
espíritu. Así puede enfrentarse con sentimientos de éxito a la Nueva Era, la
que le depara la oportunidad de liberar toda su sombra, salir de la oscuridad
del Invierno Sideral y resurgir como quien en verdad es.
Durante
los primeros cien años de la Era, el bebé se encargará de desprogramarse de
todos los dogmas de la Era anterior, la que ya está muerta y no puede continuar
perturbando la Primavera que comienza, es una ley, es un ritmo evolutivo que
marca el propio Universo. Cada lucha, será indefectiblemente una guerra
perdida.
Curiosamente
cada vez que se inicia una Era, sucede algo increíble, los siete planetas
personales, la Luna, el Sol, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, se
alinean con la tierra, en el signo correspondiente a la Era que comienza, como
si quisieran generar una línea o canal que los uniera a todos, antes de que se
vuelvan a separar para continuar en el siguiente proceso cósmico, esperando
volver a encontrarse al finalizar el año. Periodo que durará unos 25.920 años
terrestres, aproximadamente.
La Era de Acuario
vs la Era de Leo, su opuesto
Como
hemos visto el Año Galáctico comienza y acaba en el signo de Acuario. Es básico
tener en cuenta que el signo opuesto es el de Leo. Aquí tenemos una paridad que
va a provocar un enfoque en la conciencia, fundamental, a nivel evolutivo, pues
mientras la fuerza acuariana va a representar el impulso constructivo del
futuro y va a definir una serie de experiencias propias de estas energías, la
fuerza leonina, va a representar el akáshico, va a constituir el hándicap de
ese futuro, es decir, si esas energías propias de Leo se canalizan correctamente,
va a formar tal riqueza de unidad ambos signos, que van a erigirse como los
arquitectos de una Conciencia Colectiva, progresiva, profundamente humanizada,
abierta, expansiva, multidimensional, diversa, única, en plena consciencia de
su sabiduría. Por el contrario, si la gestión de las fuerzas leoninas
akáshicas, no se canalizan adecuadamente, el separatismo ante lo que es
diferente a uno, el yoismo, la necesidad de dominación sobre el otro, el que
está en inferioridad de condiciones, sean esas condiciones de la índole que
sean, van a crear una gran merma en el avance de la Conciencia Colectiva, pues
Acuario no va a poder expresarse con la libertad que es propia de su energía,
sin tapujos, juicios, dogmas, programas, etc… que la condicionen. Ahí es necesario
ese intenso trabajo interno con uno mismo para que eso no suceda y la
Conciencia Colectiva sea un reflejo resonante del ritmo cósmico.
No
nos olvidemos nunca de que cualquier proceso transformador, conlleva su tiempo
de restablecimiento y que todo lo que sucede durante ese proceso es lógico y
necesario, sobre todo para que cada individualidad elija desde su propio libre
albedrío, donde se posiciona su energía, con la suficiente masa crítica como
para que la posición contraria, no ejerza de condicionamiento a su avance. Esta
es una prueba de fuego para las almas y para mostrarse a sí mismas su capacidad
y su sabiduría.
Las
desprogramación de patrones obsoletos y la descodificación de algoritmos
inertes, es básica para definir el proceso de muerte y renacimiento. Es por
este motivo que multitud de terapeutas, actualmente, están desarrollando
técnicas basadas todas ellas en ayudar a que otros alcancen esta fase del
proceso. La mayoría de herramientas holísticas actuales, pretende desprogramar
para poder recordar quienes somos realmente y todas ellas además quieren
imprimir el impulso de avance, pues el estancamiento en la zona de confort del
yoismo, propiciado por una mala gestión de las energías de Leo del pasado, no
pueden continuar dominando la evolución, ni la individual ni la colectiva.
Era de Virgo
¿Porque
es necesario hablar en esta fase del proceso evolutivo, de la Era de Virgo? La
respuesta es sencilla, Virgo en estos momentos representa un poder akáshico muy
activo, en la memoria de la Conciencia Colectiva, debido a que es la Era
opuesta a la de Piscis, por lo que ha ejercido hasta ahora el mismo poder que
va a ejercer la Era de Leo con respecto a la de Acuario. Por este motivo, es
muy importante identificar cualquier gestión inmadura de estas energías, algo
que es responsabilidad del alma planetaria, de igual modo que desprograma y
descodifica lo no servible del aprendizaje realizado durante la Era de Piscis,
tiene que hacerlo con su memoria akáshica procedente de esta Era, una Era la de
Virgo propia de una cultura que camina entre el servicio y el servilismo. Una
mala relación entre las energías de Leo y Virgo, podría derivar en la
disparidad entre el soberano y el esclavo. Es de suma importancia que el
esclavo se libere de las cadenas del soberano y que el soberano abandone su
poder esclavizador, esta evolución liberaría tal caudal de energía planetaria,
que el restablecimiento del orden se recuperaría en pocas décadas. No nos
olvidemos que Virgo es constante, perseverante, hacedor, pulcro, perfeccionista
y que todos estos atributos entregados al Ser, no como soberano sino como parte
de su propia configuración energética, convertiría el aprendizaje de esta Era,
en una de las más valiosas joyas que la humanidad habremos podido conquistar durante
nuestra andadura terrenal. Cuando el hacedor de Virgo sienta que ha completado
dignamente su trabajo, entonces el sendero hacia el encuentro con el espíritu
será una realidad para celebrar, esto daría fin a una fase evolutiva ya
concluida y permitiría que la siguiente fase, la de la Era de Acuario, se
asentara hasta que volvieran los días de volver a morir, para encaminarse a la
Era de Capricornio, para lo que quedan nada menos que 2160 años terrestres
todavía.
La Doble Esfinge
en el Panorama Galáctico
Como
podemos ver en la imagen superior, hemos insinuado donde podría ubicarse la
segunda Esfinge. Esta es una mera teoría que podría dar luz a tantas
suposiciones como se han hecho sobre este tema y del que hasta ahora no se ha
encontrado explicación lógica alguna, aunque sí, como hemos visto, un número
importante de evidencias con la suficiente trazabilidad como para tenerlas en
cuenta.
El
hecho de ubicar a la segunda Esfinge en la Casa 11 de Acuario, dentro del
mandala astrológico, viene dado por la teoría que también avalan los
investigadores Robert Bauval y Graham Hancock, de que la Esfinge podría tener
más de 10.000 mil años, algo que tendría sentido, ya que situaría su
construcción durante la Era de Leo, no olvidemos que la Esfinge es un cuerpo de
león. Ambos investigadores en una de sus obras, El Guardián del Génesis
comentan lo siguiente:
La
geología actual no puede facilitarnos una datación siquiera aproximada, por lo
que su construcción sólo puede basarse en la erosión de la piedra, eso nos
lleva a creer que podría datarse entre 15.000 y 5.000 años a.C. Es importante
añadir que existe otra ciencia que puede aportar mayor precisión dentro de una
franja de apenas unas décadas, es la ciencia que se conoce como
arqueoastronomía y que es valiosa si los constructores del monumento lo
orientaron hacia las estrellas o hacia la salida del sol, sorprendentemente la
Esfinge cumple este requisito, pues se encuentra situada exactamente sobre el
eje este-oeste de la necrópolis de Gizah, mirando hacia el este, siendo un
magnífico “indicador equinoccial”, ya que sus ojos contemplan la salida del sol
cada primavera. No estamos hablando de una casualidad, estamos hablando de un
interés notorio de sus constructores por marcar un punto exacto en el cielo de
Gizah en el momento de su construcción.
Como
plasman en el libro El Guardián del Génisis, los investigadores R. Bauval G.
Hancock, el cielo en el año 10.500 a.C. tenía una interesante peculiaridad,
respecto a dónde miraba la Esfinge, curiosamente y como ellos han podido
constatar, el León situado en la meseta de Gizah observaba directamente la
Constelación de Leo, su posible reflejo en el cielo.
Eso
hace que nos asalte una pregunta, respecto a la localización de la supuesta
segunda Esfinge, la que le daría la espalda a la primera que está observando en
el cielo la Constelación del Leo. ¿Dónde miraría hoy la segunda Esfinge?
¿Buscaría señalar también la misma Constelación en el cielo actual, o miraría
otra? Si fuera otra, lo razonable sería que mirara la Constelación de la Era
por la que transitamos, entonces… ¿miraría hacia la Constelación de Acuario?
¿Qué punto en el cielo sería la referencia que nos daría la pista de donde
encontrarla en la tierra?
Es
evidente que para poder comprender todo esto, deberíamos ponernos en la mente
de los constructores y astrónomos de hace más de diez mil años, pero aún
haciendo ese ejercicio, nos encontramos que la precisión que ellos lograron no
se ha conseguido en nuestros días con la tecnología que manejamos. ¿Cómo lo hicieron?
¿Quiénes fueron estos eruditos astrónomos, físicos, matemáticos y arquitectos
que diseñaron, crearon y construyeron algo tan preciso…?
Joanna Escuder
22/12/2017
Artículo de la 2ª Parte del
Misterio de la Doble Esfinge
del trabajo de investigación:
PROYECTO ESFINGE